El cliente necesitaba un método seguro y ergonómico para que el operador moviera repetidamente el equipo de automatización a través del proceso de ensamblaje.
GCI diseñó a medida un efector final para sujetar estos tubos de metal con una pinza de diámetro exterior. El acoplamiento de las piezas de material y el estacionamiento seguro se controlan con interruptores intuitivos en las manijas. Un circuito de seguridad a dos manos ayuda a evitar que el operador deje caer y dañe la pieza accidentalmente. El desplazamiento vertical se logra mediante un equilibrador de carga que reacciona al movimiento del operador.